El azufre polivalente
E1 organismo contiene entre 30 y 150 gramos de azufre, un
nutriente, mineral esencial, que interviene en la síntesis de determinadas
proteínas. Aunque el contenido principal de azufre se halla en las células que
forman los cabellos, las uñas, la piel y los cartílagos, también colabora en la
fabricación de algunas hormonas, como la insulina y el glucagón, y de diversas
sustancias imprescindibles para el metabolismo, como la vitamina B1 o el
poderoso antioxidante glutatión, de producción endógena.
La mayor parte
del azufre proviene de las proteínas de la dieta, que nos provee de cuatro
aminoácidos sulfurados: cisteína, cistina, taurina y metionina. La clara de
huevo es el alimento más rico en azufre, con 165 mg/100 g. La caseína de la leche,
la soja, el pescado, las legumbres secas, los cereales, los frutos secos, la
col, la cebolla, los ajos, los puerros y los espárragos le siguen, aunque a
distancia. Las fuentes vegetales poseen mayor o menor cantidad en función del
suelo de cultivo.
La mayoría de
las moléculas de azufre que se absorben a través del intestino sufren una
importante modificación bioquímica cuando llegan al hígado: son oxidadas a
sulfato inorgánico (S04) y alcanzan la circulación general para ser excretadas
por la orina. La parte de azufre orgánico que escapa a la oxidación es la que
el organismo utiliza para la formación de las sustancias sulfuradas mencionadas
anteriormente. Entre las funciones que desempeña este mineral, destacan las
siguientes:
-
Participa en los procesos de detoxificación
hepática, formando productos de conjugación con determinadas sustancias
tóxicas.
-
Facilita la asimilación del calcio y activa
las reacciones en las que intervienen el cinc y el selenio.
-
Interviene en la síntesis de hormonas y
vitaminas del grupo B.
-
Es imprescindible
para la fabricación de la queratina de la piel y el cabello, así como del
sulfato de glucosamina y del ácido condroitín sulfato, que se hallan en
cartílagos y tendones.
Aplicaciones
terapéuticas:
El uso del azufre en medicina natural es muy amplio,
aunque está especialmente indicado en los siguientes casos:
-
Purifica el
hígado y la sangre.
-
Desintoxicante de
metales pesados.
-
En intolerancias
alimentarias.
-
En afecciones de
la piel, cabello y uñas: eccemas, acné, psoriasis, caída del cabello, seborrea
y micosis.
-
En alergias y
alteraciones respiratorias, ya que actúa como regenerador de la mucosa y
aumenta las defensas pulmonares.
-
En afecciones
reumáticas: artrosis, artritis, etc.
-
Retrasa los
procesos de envejecimiento cerebral y del organismo, en general, por su función
estabilizadora de la membrana celular.
Dosis y modo de empleo:
Las
necesidades diarias no están establecidas, aunque se sabe que el gasto diario
es de unos 850 mg. En el
mercado se comercializa en forma de oligoelemento, formando parte de
aminoácidos libres o en complementos proteicos. La dosis terapéutica dependerá
de la patología que se desea tratar. Se puede adquirir en forma de comprimidos
orales o sublinguales; en gotas o ampollas. En procesos agudos, se ingerirán de
2 a 4 ml o
dos comprimidos diarios, mientras que en tratamientos preventivos se suelen
recomendar dos o tres comprimidos o ampollas a la semana.
ROSA
GUERRERO
Revista Integral
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